Ya tenemos listo el programa de Héroes FM especial Navidad. Nuestro cuento está al final de todo, pero merece la pena escuchar el programa entero porque hay cosas muy variadas y divertidas. Para oir el programa podéis hacerlo a través de la página del colegio o pinchando en la imagen que os dejo aquí debajo.
Para completar las actividades de los dos últimos días de clase os dejo este par de roscos. El primero se refiere a distintos aspectos relacionados con la Navidad, el otro a nosotros y nuestro cole, para que podáis comprobar que tal nos conocemos.
El texto completo del cuento que hemos leído para el programa especial de Navidad de la radio del cole. Se aceptan dibujos para decorarlo.
Una
luz en la Navidad de 2020
Clara tenía que escribir un cuento de Navidad como
tarea de clase, pero no tenía ganas. Sus padres llevaban mucho tiempo sin
poder abrir su pequeño negocio por culpa del covid. En la televisión y en
Internet todo el tiempo estaban dando cifras de nuevos contagios y de las cosas
que no se podían hacer. Sus primos no podrían venir para pasar juntos la Navidad como cada año y
¡a saber si podrían acercarse Papá Noel o los Reyes!
- ¡A la porra con la Navidad! Escribiré
un cuento de terror. Ya veremos que cara ponen la profe y los compañeros cuando
lo lea mañana.
Esta idea la inspiró y empezó a escribir
con entusiasmo su cuento de terror. Estaba totalmente enfrascada en la tarea
cuando se fue la luz.
¡Qué rabia! Clara se desesperó. Una vez más, todo le salía mal, y rompió a
llorar en su habitación a oscuras.
Lloró durante un rato, hasta que una pequeña luz
apareció en la ventana. La niña secó sus lágrimas, emocionada.
¿Será un ángel?, ¿un hada?, ¿un duende?, ¿una estrella? Nada de eso. Al
acercarse solo pudo ver una pobre y diminuta luciérnaga.
Abrió la ventana. Notó el frío de la
calle mientras la cogía. En la oscuridad de la habitación iluminaba toda su
mano de un precioso color verde. No pudo evitar que se dibujara una sonrisa en
su cara.
- ¡Mamá, papá,
mirad lo que he encontrado!
- ¡Es preciosa! –
dijo su madre en el momento en que volvía la luz.
- Ahora es solo un
puntito verde, pero cuando estaba oscuro iluminaba toda mi mano.
- La luciérnaga
iluminaba tu mano y tu sonrisa ha iluminado toda la casa.
Descubrir aquella pequeña luz había sido
emocionante, y el comentario de su madre le dio una idea.
Tan contenta estaba y tan concentrada
que escribió todo el cuento de un tirón. Al terminar, lo leyó satisfecha y
reconoció que tenía que cambiar su título porque ya no era un cuento de terror.
En honor a la pequeña luciérnaga lo tituló:
“La pequeña luz de
Navidad”
En diciembre de 2020 se habían reunido las
estrellas del universo para repartirse el trabajo de la iluminación navideña.
- Este año no vamos a iluminar caminos
porque las personas apenas podrán viajar – comentó una de las estrellas más
ancianas.
- En su lugar nos repartiremos por los
pueblos y ciudades e iluminaremos distintos edificios importantes para la vida
de las personas: tiendas de alimentación, hospitales, escuelas…
Poco a poco fueron repartiendo los
destinos a todas las estrellas. Cuando le tocó el turno a la estrella más
brillante, se acercó a escucharlo moviendo sus rayos con elegancia. ¡Sabía que
a ella le darían un lugar verdaderamente importante!
-
Cómo eres la estrella más brillante queremos que vayas a
un edificio al que todos tenemos mucho cariño: el colegio Héroes de la
Independencia de Torquemada.
-
¿Cómo? ¡Ni hablar! Mi brillo está hecho para iluminar
palacios o sedes de gobierno y no para desperdiciarla en una escuela ¡y menos
una escuela de pueblo!
Aunque las
otras estrellas trataron de calmarla, su furia creció y creció llegando a juntar tanta rabia y orgullo en su
interior, que comenzó a arder. Así se consumió en sí misma, desapareciendo.
-
¡Menudo problema! el resto de las estrellas ya tienen
destino asignado y no tenemos ninguna que se encargue del cole de Torquemada.
-
¿Podría hacerlo yo? ¿podría hacerlo yo? – preguntó
nerviosa una pequeña estrella mientras daba saltitos para que se la viera.
-
Pero tú eres demasiado pequeña. A las estrellas de tu
tamaño no les asignamos ningún destino de momento. Es mejor que sigas brillando
al lado de otra más grande mientras creces.
-
Pero puedo hacerlo. Se donde está ese cole. En febrero
nos llevasteis allí para que viéramos a todos los niños disfrazados de
estrellas, formando las constelaciones. Recuerdo a Orión, a Casiopea, a la Osa
Mayor, a Hércules… ¡pero si hasta una niña de las que formaban la Osa Menor se
parecía a mí!
-
De acuerdo, nos has convencido. Quedas asignada para
iluminar el colegio Héroes de la Independencia de Torquemada.
-
¡Bien! ¡Me voy echando chispas! Cuando esté en mi puesto
estaré muy atenta y cada vez que un niño me mire le guiñaré un ojo para hacerle
reír.
Todas las estrellas rieron contagiadas
por la alegría y emoción de la más pequeña. Al reír su brillo aumentó de forma
considerable hasta formar la noche más estrellada del invierno.
Cuando Clara terminó de leer todos sus
compañeros le aplaudieron y le propusieron leer entre todos el cuento en la
emisora de la radio para que pudiera oírlo más gente.
Clara se puso muy contenta y les recordó
a sus compañeros que
-
Si miráis el cielo y veis una pequeña estrella, colocada
mirando al cole, que parece que parpadea, no lo dudéis: es nuestra estrella y
te está guiñando un ojo para hacerte reír y que con tu risa ilumines a todos
los que te rodean.
¡FELIZ NAVIDAD!
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