lunes, 21 de diciembre de 2020

Preparando la Navidad

Ya tenemos listo el programa de Héroes FM especial Navidad. Nuestro cuento está al final de todo, pero merece la pena escuchar el programa entero porque hay cosas muy variadas y divertidas. Para oir el programa podéis hacerlo a través de la página del colegio o pinchando en la imagen que os dejo aquí debajo. 


 Para completar las actividades de los dos últimos días de clase os dejo este par de roscos. El primero se refiere a distintos aspectos relacionados con la Navidad, el otro a nosotros y nuestro cole, para que podáis comprobar que tal nos conocemos.

                                

El texto completo del cuento que hemos leído para el programa especial de Navidad de la radio del cole. Se aceptan dibujos para decorarlo.

Una  luz en la Navidad de 2020

      Clara tenía que escribir un cuento de Navidad como tarea de clase, pero no tenía ganas. Sus padres llevaban mucho tiempo sin poder abrir su pequeño negocio por culpa del covid. En la televisión y en Internet todo el tiempo estaban dando cifras de nuevos contagios y de las cosas que no se podían hacer. Sus primos no podrían venir  para pasar juntos la Navidad como cada año y ¡a saber si podrían acercarse Papá Noel o los Reyes!

      - ¡A la porra con la Navidad! Escribiré un cuento de terror. Ya veremos que cara ponen la profe y los compañeros cuando lo lea mañana.

      Esta idea la inspiró y empezó a escribir con entusiasmo su cuento de terror.  Estaba totalmente enfrascada en la tarea cuando se fue la luz.  ¡Qué rabia! Clara se desesperó. Una vez más, todo le salía mal, y rompió a llorar en su habitación a oscuras.

      Lloró durante un rato, hasta que una pequeña luz apareció en la ventana. La niña secó sus lágrimas, emocionada. ¿Será un ángel?, ¿un hada?, ¿un duende?, ¿una estrella? Nada de eso. Al acercarse solo pudo ver una pobre y diminuta luciérnaga.

      Abrió la ventana. Notó el frío de la calle mientras la cogía. En la oscuridad de la habitación iluminaba toda su mano de un precioso color verde. No pudo evitar que se dibujara una sonrisa en su cara.

-     ¡Mamá, papá, mirad lo que he encontrado!

-     ¡Es preciosa! – dijo su madre en el momento en que volvía la luz.

-     Ahora es solo un puntito verde, pero cuando estaba oscuro iluminaba toda mi mano.

-     La luciérnaga iluminaba tu mano y tu sonrisa ha iluminado toda la casa.

      Descubrir aquella pequeña luz había sido emocionante, y el comentario de su madre le dio una idea. 

      Tan contenta estaba y tan concentrada que escribió todo el cuento de un tirón. Al terminar, lo leyó satisfecha y reconoció que tenía que cambiar su título porque ya no era un cuento de terror. En honor a la pequeña luciérnaga lo tituló:

“La pequeña luz de Navidad”

En diciembre de 2020 se habían reunido las estrellas del universo para repartirse el trabajo de la iluminación navideña.

- Este año no vamos a iluminar caminos porque las personas apenas podrán viajar – comentó una de las estrellas más ancianas.

- En su lugar nos repartiremos por los pueblos y ciudades e iluminaremos distintos edificios importantes para la vida de las personas: tiendas de alimentación, hospitales, escuelas…

Poco a poco fueron repartiendo los destinos a todas las estrellas. Cuando le tocó el turno a la estrella más brillante, se acercó a escucharlo moviendo sus rayos con elegancia. ¡Sabía que a ella le darían un lugar verdaderamente importante!

-   Cómo eres la estrella más brillante queremos que vayas a un edificio al que todos tenemos mucho cariño: el colegio Héroes de la Independencia de Torquemada.

-   ¿Cómo? ¡Ni hablar! Mi brillo está hecho para iluminar palacios o sedes de gobierno y no para desperdiciarla en una escuela ¡y menos una escuela de pueblo!

Aunque las otras estrellas trataron de calmarla, su furia creció y creció llegando a juntar tanta rabia y orgullo en su interior, que comenzó a arder. Así se consumió en sí misma, desapareciendo.

-   ¡Menudo problema! el resto de las estrellas ya tienen destino asignado y no tenemos ninguna que se encargue del cole de Torquemada.

-   ¿Podría hacerlo yo? ¿podría hacerlo yo? – preguntó nerviosa una pequeña estrella mientras daba saltitos para que se la viera.

-   Pero tú eres demasiado pequeña. A las estrellas de tu tamaño no les asignamos ningún destino de momento. Es mejor que sigas brillando al lado de otra más grande mientras creces.

-   Pero puedo hacerlo. Se donde está ese cole. En febrero nos llevasteis allí para que viéramos a todos los niños disfrazados de estrellas, formando las constelaciones. Recuerdo a Orión, a Casiopea, a la Osa Mayor, a Hércules… ¡pero si hasta una niña de las que formaban la Osa Menor se parecía a mí!

-   De acuerdo, nos has convencido. Quedas asignada para iluminar el colegio Héroes de la Independencia de Torquemada.

-   ¡Bien! ¡Me voy echando chispas! Cuando esté en mi puesto estaré muy atenta y cada vez que un niño me mire le guiñaré un ojo para hacerle reír.

Todas las estrellas rieron contagiadas por la alegría y emoción de la más pequeña. Al reír su brillo aumentó de forma considerable hasta formar la noche más estrellada del invierno.

      Cuando Clara terminó de leer todos sus compañeros le aplaudieron y le propusieron leer entre todos el cuento en la emisora de la radio para que pudiera oírlo más gente.

           Clara se puso muy contenta y les recordó a sus compañeros que

-     Si miráis el cielo y veis una pequeña estrella, colocada mirando al cole, que parece que parpadea, no lo dudéis: es nuestra estrella y te está guiñando un ojo para hacerte reír y que con tu risa ilumines a todos los que te rodean.

¡FELIZ NAVIDAD!


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